¿Porqué la chamarrita es entrerriana y el chamamé correntino?

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Antes de empezar, un abrazo a Doña Mabel Iglesias “la Yaya”, mi querida suegra, que me acercó esta preciosa foto de su primo Don Sixto Iglesias en los campos de Villaguay, que aunque parezca antigua es de hace un par de días. Ella me la dió justo cuando estaba pensando en como ilustrar esta entrada que habla de la música gauchesca del litoral y como es un tema que tengo la suerte de haber conocido de gurí nada mejor que una foto familiar para ilustrarlo.

Parece que le estuviera hablando al mate, como dice Jose Larralde:

“En tu pancita verdosa
cuantos paisajes miré
cuantos versos hilvané

 mientras gozaba tu amargo

cuantas veces te hice largo

y vos sabias porqué.” (( “Mi viejo mate galleta” de Jose Larralde))
 

 

ualquier paisano de esta parte del río Mocoretá, sabe que si bien en Entre Ríos se componen preciosos chamamés, nadie le puede quitar su autoría a los correntinos. Y lo mismo ocurre en Corrientes, puede que haya chamarriteros correntinos y que incluso toquen chamarritas muy buenas sobre todo en el sur de la provincia, pero la chamarrita es  reconocidamente cosa de entrerrianos.  En fin, que todos estarán de acuerdo en que si hablamos de ritmos folklóricos del litoral, la chamarrita es de Entre Ríos y el chamamé de Corrientes.

 Sin embargo la cosa va más allá incluso  y es un poquito mas complicada, porque es algo que trasciende las fronteras y se remonta a una historia muy antigua. Tiene que ver con la extensión territorial de nuestra cultura, con las fronteras que hoy existen y las que existían  antes. Personalmente a los 10 años tuve mi primer atisbo de ello mientras pasaba unas vacaciones en los campos de Cazadores Correntinos, estancia “Santa Rosa” junto  a  mi padrino Don Jorge Bravo. Era el verano del 68, que algunos lo vivieron en París y yo -y a mucha honra- lo viví en los pajonales del departamento de  Curuzú Cuatiá quemando paja para ahuyentar los aguará guazú.

 Viviendo en Chajarí, mi mamá me mandaba a pasar parte de las vacaciones con mis primos correntinos, en una planificada estrategia para que yo, gurí pueblero, aprendiera algo de los trabajos de campo en el que vivían cotidianamente los Bravo. Para mí, a esa edad, tener mi montado, mis bombachas y mi guasca, correr cuadreras y dormir con “la pionada” era como vivir las aventuras de “El Hormiga Negra”, radionovela del gaucho matrero que se escuchaba en casa mientras se lavaban los platos.

 Un día mi padrino nos sacó temprano del catre, nos montó en la caja de la camioneta y emprendimos un viaje bastante largo. Dejando atrás la huella de barro seco y polvoriento entramos en una carretera pavimentada y de pronto cruzamos el río Uruguay por Paso de los Libres-Uruguaiana. Al parar en una gasolinera para repostar escuché que la gente hablaba otra lengua, no era ni el castellano de los correntinos ni el guaraní de la gente del campo.

 Volvimos a meternos en campos idénticos a los de Corrientes pero para mi asombro ¡Vi un gaucho completamente negro! Caballo negro con calchas negras, bombacha negra, camisa y sombrero negro y cara y manos negras. Recién ahí me di cuenta de que estábamos en Brasil y que allí las cosas eran como en casa, pero distintas…

 Pasamos el día en un establecimiento de campo riograndense y a la tarde escuché las primeras chamarritas cantadas en portugués. A partir de esa experiencia supe que la cosa era más amplia, que iba más allá de lo que yo pensaba y que aunque en Entre Ríos mi tío cantaba “canción litoraleña” en castellano, smás allá de Corrientes y el chamamé  en guaraní había otros que también cantaban chamarritas como nosotros pero en portugués. Las comunicaciones no eran tan faciles como ahora, no podíamos poner “chamarrita brasil” en Youtube para escucharla al instante. De hecho no había ni siquiera televisión, solo radio, pero ahora recordar esta historia me sirve para expresar como creo yo que debemos entender nuestra propia música, ampliando la mirada más allá de las fronteras y del tiempo.

 Pensando en esto voy a publicar una serie de entradas donde intentaré exponer algunos hechos históricos sobre como se originó la chamarrita y lo haré en contrapunto con el chamamé, que es un poco como indagar en el origen de Entre Ríos y de Corrientes a la vez. Creo que ese contraste nos permitirá enriquecer la visión de ambas procesos históricos y recuperar dos tipos de sociedades emparentadas pero con personalidades distintas.

 >> Leer  “El origen de la Chamarrita entrerriana

 
 
 
 
 
 
Además de una radionovela de los ’60
El Hormiga Negra realmente existió,
en esta foto se lo ve a fines del siglo XIX (( Para saber más del Hormiga Negra véase  Gobierno de San Nicolas de los Arroyos, Pcia. de Buenos Aires  )) 
 
 
 
 

Fuentes

– Para saber más de Don José Larralde, autor del “Viejo mate galleta

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