Últimos avances en ciencia histórica
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Tecnología y globalización del conocimiento
Merced al avance de las TIC o nuevas tecnologías de la información y la comunicación ((
Vease “Tecnologías de la información y comunicación” en Wikipedia. )) y a la propia evolución de las ciencias “auxiliares” de la historia, en estos últimos treinta años se ha avanzado mucho en el desarrollo de instrumentos cognitivos aplicables a la investigación histórica, lo que está generando un cúmulo cada vez mayor de fuentes.
El escenario ha cambiado tanto en estos años que necesitamos establecer una metodología para integrar este creciente fondo documental y al mismo tiempo realizar una revisión crítica de los parámetros sobre los que se asienta la interpretación de las fuentes.
En esta entrada vamos a exponer solamente la primera parte de este cuadro, es decir, describiremos cuales son los nuevos instrumentos cognitivos que están a disposición de los historiadores y cuales son las nuevas aportaciones que otros campos del conocimiento brindan a la investigación histórica, dejando para una próxima entrada una exposición sobre los posibles métodos de integración de datos provenientes de diversos campos del conocimiento y el análisis de como influye ésta situación en la interpretación de los hechos históricos.
l proceso de especialización de las ciencias y los avances en ciencias de la comunicación producido en estos últimos años treinta años a puesto a disposición del historiador un cúmulo de datos plausibles de ser usados para su labor de investigación como nunca se había visto. Hay más información y más accesible que antes y la tendencia es que esto se acentúe en el futuro.
Nos encontramos con gran cantidad de micro estudios a menudo muy especializados y verticales provenientes de diversos campos de investigación los cuales pueden resultar útiles como infraestructura de datos para la investigación histórica. Sin embargo constatamos que no se ha incrementado nuestra comprensión de procesos históricos globales que den sentido a ese cúmulo de datos específicos.
Si tomamos por ejemplo el ámbito de los estudios sobre antiguos textiles andinos, pieza fundamental para entender la historia de América el Sur, podemos constatar que existen numerosos estudios específicos que han requerido cientos de horas de trabajo de campo, innovaciones en la metodología de recolección etnográfica de datos, modernas técnicas de interpretación semántica, dataciones y modelos estadísticos.
Este input de nuevos datos ha permitido a arqueólogos, antropólogos y etno-historiadores llegar a la conclusión de que en el siglo XVI algunas sociedades andinas poseían escritura y llevaban registros históricos y que los descendientes de esas sociedades actualmente pueden leerlos. Este espectacular avance esta permitiendo ampliar la profundidad temporal de la historia andina y al mismo tiempo dar voz a una cronología indígena contrastable con la aportada por las fuentes historiográficas en lenguas europeas ((
Véase Verónica Cereceda Bianchi, Semióloga del Museo de Arte Precolombino Santiago, Chile, en “Anthropological History of Andean Polities”. Editado por John V. Murra, Nathan Wachtel y Jacques Revel. Cambridge University Press. Cambridge, New York,1986. Imprescindible leer “Iconografía textil Q’ero vista como texto. Leyendo el rombo dualista Hatun Inti” del arqueólogo estadounidense Silvermann Gail. Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos.1994, pg. 171 Las ediciones digitales de ambos textos pueden descargarse en nuestra área de investigadores. Sección Redes de Historia Latinoamericana. http://www.ifeanet.org/publicaciones/boletines/23(1)/171.pdf y http://pdfdownloadmaster.com/search.html?type=all&search=anthropological+history+of+andean+polities&wm=153&sub=9 )) .
Sin embargo aunque estos conocimientos por el momento no han salido del estrecho círculo de especialistas que gestionan estos hallazgos, es muy probable que se esté generando un cambio importante y generalizado pues constatamos que esta situación se repite en los más diversos campos de conocimientos plausibles de ser utilizados por la historia.
Creemos que se está gestando un cambio en la interpretación de la historia basado en los conocimientos aportados poco a poco por aquellos estudios que trabajan con infraestructuras que sustentan datos objetivos y que cuando esta información llegue a su masa crítica se harán presentes cambios importantes en nuestra Idea de la Historia.
La razón de este proceso es que actualmente poseemos más y mejor información proveniente de estudios basados en geología, ecología, arqueología, antropología, lingüística, psicología, economía, estadística y cibernética por nombrar los campos de conocimiento más importantes que están aportando información histórica. Por lo que un historiador de hoy en día que no tuviera en cuenta estos aportes cuando trabaja sobre un tema determinado nos remite más a un modelo de investigación del siglo XIX que del siglo XXI.
Pero sin duda y en paralelo a los aportes de las ciencias nombradas el gran avance se está produciendo en el arte del almacenamiento, clasificación y acceso a las fuentes. Por un lado porque hoy en día es más fácil consultar fuentes contenidas en archivos oficiales dado que importantes centros de almacenamiento documental están más accesibles que nunca a través de medios digitales y por otro lado porque es posible encontrar fuentes documentales sin movernos de nuestra casa, gracias a motores de búsqueda libres y gratuitos o de fácil acceso para los investigadores.
Un ejemplo importante de accesibilidad a grandes centros de almacenamiento de datos es el proyecto “Arquivo Secreto do Vaticano. Documentação da Expansão Portuguesa” ((
Este proyecto esta patrocinado por los Gobiernos de Portugal y el Estado del Vaticano, a través del CLEPUL (Centro de Literaturas e Culturas Lusófonas e Europeias da Faculdade de Letras da Universidade de Lisboa) y del Archivo Secreto Vaticano. Se ha publicado una colección denominada “Arquivo Secreto do Vaticano. Documentação da Expansão Portuguesa” coordinada por José Eduardo Franco y editada por Esfera do Caos Editores. Lisboa. 2011. Para más información sígase este enlace. )) mediante el cual se ha puesto a disposición de los investigadores de todo el mundo y de forma libre documentos provenientes de las relaciones políticas, comerciales y diplomáticas de Portugal desde los siglos XV y XVI hasta la actualidad provenientes de su expansión por las islas del atlántico, Africa, Oriente y Brasil, es decir de una inmensa superficie del globo cuya documentación ha sido preservada en el Archivo Secreto Vaticano.
En palabras de uno de los directores del proyecto, el investigador portugués Jose Carlos Lopes de Miranda:
“Antes, un investigador que quisiese consultar estos documentos tenía que ir directamente a Roma -con todo lo que ello significa- para encontrarse allí con una verdadera selva de documentos, pues la indexación no estaba hecha y podía tener suerte o no tener suerte de encontrar lo que buscaba. Ahora en cambio tenemos acceso a todo el fondo documental de la nunciatura vaticana en Portugal.
Tengamos en cuenta que en el pasado la nunciatura al ser embajada de la Santa Sede en Lisboa era uno de los centros neurálgicos y punto de encuentro de muchos pueblos que estaban en contacto con Portugal durante la primera globalización dado que el Vaticano en aquella época cumplía una función similar a la ONU en la actualidad.
Además en la nunciatura se mantenía la tradición de archivar esa documentación -heredada por el Vaticano de los registros del imperio romano- así pues se generó allí un acervo notable de documentos vinculados a la expansión portuguesa. Éstos incluyen todo tipo de información proveniente de las sociedades contactadas durante la primera globalización, que nosotros hemos leído y clasificado y que presentamos acompañados de un breve resumen y un índice.
De esta forma por ejemplo si un investigador quiere saber la historia de un fulano que partió de Río de Janeiro para Macao en 1812 ahora, facilmente hace la busqueda primero y después decide si vale la pena ir o no a Roma para leer el documento entero.” ((
Traducción propia . Véase entrevista completa en programa “Livros com RUM” de la Radio Universitaria do Minho. Portugal, 02/12/2011. Puede escucharse el podcast completo en el siguiente enlace: Arquivo Secreto do Vaticano. Documentação da Expansão Portuguesa. Historia de Latinoamerica ))
Dado que, como dice el mismo autor, “solo podemos hacer historia con el documento en la mano”, es de agradecer la ardua labor de investigación de proyectos como este que nos permiten avanzar en nuestra tarea de investigación. Muchos centros documentales están digitalizando sus fuentes o parte de ellas y poniéndola a nuestra disposición en portales de internet accesibles libremente. Entre otros podemos destacar y solo a título ilustrativo pues son muchos los centros que entran en este proceso, Las bases de datos del Archivo General de Indias en España, la Biblioteca Nacional Tesouros de Portugal o la Political Económics Conference de la Universidad de Stanford. Todos ellos accesibles a través de internet. En nuestra sección “Redes de Historia de Latinoamerica” pueden verse enlaces a estas y otras fuentes documentales.
n cuanto al acceso libre y gratuito a fuentes documentales de tipo horizontal, es decir, de fuentes no necesariamente oficiales como las anteriores, lo primero que hay que decir es que son lideradas por grandes organizaciones globales como Google, Apple o Adobe que son quienes tienen la capacidad de gestionar las infraestructuras para su distribución. Destaquemos que es una consecuencia más de la globalización y del nuevo paradigma de Inteligencia Colectiva en el que se sustenta la sociedad del conocimiento en la que millones de personas ya están inmersas. No nos encontramos frente a una situación de cambio meramente técnico o fáctico en la gestión de datos sino frente a un cambio cultural global pues las innovaciones tecnológicas comportan modelos culturales, sistemas clasificatorios y de valores.
Analizemos brevemente estos hechos y sus consecuencias para el historiador. En tecnología de las comunicaciones el concepto de standard hace referencia a una tecnología que se impone como referente global aceptada por los desarrolladores para crear software y equipamento que permita un uso global y generalizado. Así como el standard MP3 hizo posible la distribución global de música imponiéndose a fronteras y marcos legales que fueron superados por los acontendimientos revolucionando la industria musical, de la misma forma el standar PDF, que es el formato de archivo más popular para generar “libros” electrónicos, ha hecho posible la publicación y distribución global y gratuita de cientos de miles de copias de fuentes escritas. Aclaremos que cuando decimos “cientos de miles de copias” estamos utilizando una metáfora pues en el espacio virtual la cantidad no existe. Una copia se genera de forma instantánea y no tiene sentido -como en el mundo físico- contar y distribuir las copias. Lo importante en cambio es la capacidad de almacenamiento de las infrestructuras de servidores que permitirán la generación de esas copias, el ancho de banda para su distribución y por supuesto la demanda de los interesados.
Gracias a la popularización de los sistemas CMS o de publicación de contenidos que hoy día cualquier página web, blog o red social ofrece a los usuarios, es tremendamente sencillo para cualquier persona escanear y publicar una fuente escrita mediante el formato PDF con lo que se está digitalizando y poniendo a disposición de todos una cantidad de fuentes innimaginable hace treinta años.
Y dado que Google indexa, es decir clasifica y ordena, los contenidos de cualquier archivo PDF convirtiendo todas las palabras contenidas dentro de un texto en palabras claves que pueden ser buscadas, basta con que el historiador introduzca en el buscador de Google cualquier palabra de su interés para acceder a un listado de fuentes que contienen esa palabra y descargar la más interesante. Por supuesto, el dominio del arte de la búsqueda que posea un historiador determinará su eficacia a la hora de hallar fuentes documentales más o menos fecundas.
Pongamos un ejemplo. Supongamos que nos interesa acceder al diario que el sacerdote jesuita Tadeo Xavier Henis escribió durante la Guerra Guaranítica mientras acompañaba a las tropas del Kareimbá, el ejercito guaraní que en 1754 enfrentó a las tropas enviadas por la corona Portuguesa y Española para ejecutar el Tratado de Permuta.
En el buscador de Google introducimos “tadeo xavier henis pdf” y el navegador nos mostrará:
Observemos en el ejemplo como hemos seleccionado el último enlace (de color lila) pues es el que contiene el documento en PDF es decir el libro electrónico de la fuente documental que nos interesa descargar. Podemos ver en la dirección web o URL (en color verde) que el documento se llama 92740.pdf y se encuentra almacenado en una biblioteca oficial argentina -Biblioteca.org.ar- dentro de la carpeta “Libros”.
Lo que debemos hacer es descargarlo a nuestro dispositivo de lectura, renombrarlo con su título original y lo que es muy importante para el historiador, guardar el enlace para cuando tengamos que citar el origen de la fuente.
Ahora bien, detrás de esta operativa existe un inmenso trabajo basado en el hecho de que la ciencia del indexado y búsqueda de la información ha dado un salto cualitativo en su capacidad de procesamiento y accesibilidad de documentos lo que evidentemente está revolucionando nuestro acceso a las fuentes desde cualquier dispositivo conectado a internet.
Pero aún hay más, dado que Google ha puesto en marcha su proyecto “Knowledge Graph. Cosas, no cadenas” una nueva forma de búsqueda que nos permite encontrar no solo por coincidencias de las palabras sueltas o cadenas de caracteres sino por asociaciones más al estilo de la forma en la cual pensamos las personas. En palabras de Jack Menzel, Director del proyecto:
“Por ejemplo si hacemos una consulta como “Taj Mahal”, durante más de cuatro décadas, la búsqueda ha sido esencialmente sobre la correspondencia de palabras clave. Para un motor de búsqueda tradicional las palabras “Taj Mahal” han sido sólo eso, dos palabras.
Pero todos sabemos que “Taj Mahal” tiene un significado mucho más rico. Se podría pensar de uno de los monumentos más bellos del mundo, o un ganador del premio Grammy de la música, en un casino en Atlantic City, Nueva Jersey o un restaurante hindú.
Es por eso que hemos estado trabajando en un modelo de búsqueda basado en el habla, un tipo de asociación más “gráfica”, que comprende entidades del mundo real y sus relaciones entre sí: las cosas y sus relaciones, más que la coincidencia de cadenas de caracteres.
El “gráfico de conocimientos” nos permite buscar las cosas, las personas o lugares que los servidores de Google tienen indexados incluyendo un rango mucho más amplio de opciones tales como puntos de referencia, celebridades, ciudades, equipos deportivos, edificios, accidentes geográficos, películas, objetos celestes, obras de arte y más, y obtener al instante la información que es relevante para su consulta.
Este es un primer paso fundamental hacia la construcción de la nueva generación de búsqueda, que se nutre de la inteligencia colectiva de la web y entiende el mundo un poco más como las personas ((
Traducción propia, véase el Blog oficial de Google o la presentación del proyecto en You Tube )) .
En definitiva, como historiadores no podemos estar ajenos al hecho de que este proceso esta teniendo un profundo impacto en nuestro modo de relacionarnos con las fuentes y que esa relación tendrá a su vez consecuencias determinantes en nuestra investigación.
Evidentemente la multiplicación de información y su accesibilidad requiere un trabajo en equipo y por tanto la utilización de herramientas informáticas se hace imprescindible dado que la globalización afecta también a las ciencias y no es extraño que miembros de un mismo equipo de trabajo estén en zonas del planeta diferentes.
Bajo el paradigma de la inteligencia colectiva nos encontramos que junto al viejo procesador de textos se hace necesario que el historiador se sienta cómodo en el uso intensivo de motores de búqueda , redes sociales on line, blogs, bancos de datos sociales y geográficos, integrándose a una verdadera red global de conocimiento históricos.